martes, 23 de agosto de 2011

El amor romántico: Modelo del proceso de formación del apego adulto(Ma. Paz Calatayud Arenes)

El amor románticoModelo del proceso de formación del apego adulto



Introducción
(....) en relación con la dificultad de encontrar una definición consensuada del amor, el amor no es un estado estático, sino un proceso dinámico a lo largo del cual se producen una serie de cambios en los sentimientos y conductas de los miembros de la pareja amorosa.En el marco de la teoría del apego, Zeifman y Hazan (1997) propusieron un modelo del proceso de formación del apego adulto, entendido como amor romántico, paralelo al proceso de formación del primer apego infantil propuesto por Bowlby (1993a, 1993b, 1993c, 1998).Las etapas que se proponen desde esta perspectiva son cuatro.


  Fase de preapego


En primer lugar, nos encontramos con una fase de preapego, caracterizada por la atracción y el flirteo entre dos personas.
En este sentido, se producen una serie de conductas universales que sirven para iniciar una interacción con alguien hacia quien nos sentimos atraídos (sonrisas, contacto ocular, charla animada e intranscendente, expresiones faciales y otros gestos informales).
Así pues, el único componente de apego presente es una fuerte motivación para la búsqueda de proximidad, encontrándose muy implicado el sistema sexual.

 Fase de apego en formación



En segundo lugar, entramos en la fase de apego en formación, en el período de enamoramiento, donde también existe una elevada activación fisiológica que puede provocar falta de sueño, disminución del apetito, y, contradictoriamente, una energía inagotable.
Los enamorados comienzan a sentirse cómodos estando juntos, e intercambian información personal (secretos familiares, experiencias dolorosas anteriores, etc).
Con estas actividades, la pareja empieza a ser un claro refugio emocional. 
Si la relación termina durante esta fase, se experimentarían sentimientos como falta de energía, tristeza(pero no la ansiedad y la imposibilidad de un funcionamiento normal que se producen cuando se disuelve una relación de apego), dado que las necesidades de apoyo emocional pueden ser cubiertas por la familia y los amigos.
  

Fase de apego definido

 
Si la relación prosigue, llegamos a la fase de apego definido, en la que el enamoramiento pasa a ser amor: la idealización inicial se vuelve más realista, declina la frecuencia de la actividad sexual, y aumenta el apoyo emocional y los cuidados del otro.
En el caso de ruptura, sería evidente la protesta por la separación.
  

Fase de post-romance



Por último, Zeifman y Hazan (1997) postulan una fase de postromance, donde volvemos a la “normalidad” con la disminución de conductas de apego y de la actividad sexual, retomando la atención hacia obligaciones laborales e intereses personales.
Existe una fuerte interdependencia emocional, aunque no sea tan evidente como antes, lo que puede provocar problemas en la pareja (en el caso de que se perciba que todo se ha vuelto una mera “rutina”).
Lo que ha ocurrido es que el compañero/a es una base de seguridad desde la que se puede operar en el mundo, sintiendo que él/ella estará disponible si le necesitamos.
A continuación, trataremos cada una de estas fases por separado, dedicándole un apartado específico.

El enamoramiento como primera fase del fenómeno amoroso

Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (2001), el enamoramiento es la “acción o efecto de enamorar o enamorarse”, es decir, “excitar en alguien la pasión del amor”. 
En opinión de Yela (2000), la atracción personal  por una persona, unida a la atracción física, genera unas expectativas románticas que, si existe constancia de la reciprocidad de atracción, provocarán  un fuerte deseo de intimar con esa persona. 
En este sentido, las características del enamoramiento serían (Yela, 2000):
la grandilocuencia, un estado emocional extraordinariamente intenso, al que uno confiere una enorme importancia
- un intenso deseo de intimidad y unión con el otro, que aparece súbitamente como un "flechazo"
- un intenso deseo de reciprocidad e intenso temor al rechazo
- pensamientos frecuentes e intrusivos sobre el otro que resultan incontrolables e interfieren en la actividad normal de la persona.
- pérdida de concentración para el resto de las conductas cotidianas
- fuerte activación fisiológica ante la presencia real o imaginada del otro:excitación, nerviosismo, sudoración de manos, aceleración cardíaca, etc.
- hipersensibilidad ante los deseos y necesidades del otro, manifestada con vulnerabilidad psicológica, una cierta timidez ante el otro, sentimientos ambivalentes ante él, y atención selectiva hacia su persona.
- e idealización del otro: una visión positivamente sesgada del otro,sobre la que no tenemos control voluntario.



Como el lector podrá constatar, se trata de un estado pasivo, ya que caemos enamorados (en inglés “fall in love”), pasajero y pasional; en contraposición con el amor, más activo (construido paulatinamente), duradero y de fusión progresiva con el otro/a. 
Así pues, el enamoramiento sería la primera fase de ese amor, de tal modo que, si la relación perdura ese estado transitorio desaparece, y el vínculo evoluciona hacia una fase de amor romántico-pasional (donde aparece un fuerte deseo de intimidad y comienza el desarrollo del compromiso, según la terminología de Sternberg que ya abordaremos). (1)
Por tanto, si la relación continúa, entraríamos en una segunda fase de apego definido y postromance,a la que dedicamos el siguiente apartado. 

Las fases del amor romántico pasional y amor compañero (apego definido y postromance)

Como hemos avanzado en el apartado anterior, una vez en la fase de enamoramiento, si la relación perdura ese estado transitorio desaparece, y el vínculo evoluciona hacia una fase de amor romántico-pasional.
Con el paso del tiempo, ese amor pasional irá progresivamente derivando en el denominado “amor compañero” (Sternberg, 1989, 2000; Yela, 2000), debido a la disminución progresiva de la pasión (junto con el incremento de otros factores, como la interdependencia, el cuidado mutuo,la entrega, la disponibilidad, la ayuda, el apoyo emocional, la comunicación, la valoración realista, la compenetración, el sentimiento de pareja, y el conocimiento del otro). 
Así pues, la pareja no es sólo amante, sino también figura de apego y cuidador del otro, encontrándonos en la fase de postromance propuesta por Zeifman y Hazan (1997).

Una vez en esta etapa, la relación amorosa puede estabilizarse o comenzar a deteriorarse, dependiendo de las circunstancias (la convivencia, los celos, la sexualidad, posibles diferencias de intereses o en la percepción de problemas,diferencias en el estilo amoroso, etc).


(1) Ver el post sobre "La teoría triangular de Sternberg"

                           "DESDRAMATIZAR" EL PROCESO AMOROSO

Hace unos meses atrás, descubrí a esta profesional y autora, Ma.Paz Calatayud Arenes, por su libro sobre el amor adolescente actual y su visión desde la psicología ("Las relaciones de amor entre los adolescentes de hoy" Edit.Paidós) y buscando algunos aportes para este blog, hallé su tesis de la cual he tomado dos fragmentos muy interesantes, si bien su tesis es mucho más amplia, en cuanto a otros temas más profundos,estas secciones en las cuales aborda una introducción tomando las diferentes teorías y conceptos de autores para fundamentar su exposición, me parecieron muy adecuadas para la finalidad de este sencillo blog que básicamente es tener una lectura apropiada sobre diferentes temas, con el único objetivo de una información válida que sea útil en el reconocimiento de nosotros mismos a través de ella.
Este fragmento, trata en suma del curso que sigue una relación amorosa,desde el punto de vista de la teoría del apego, con su comienzo esplendoroso y esperanzador, su continuidad o su fracaso, lo cual nos concede una visión menos dramática  de este proceso, que tal vez nos sea útil al comenzar un proyecto de vida amorosa, con una actitud positiva,realista y madura, dejando atrás los estereotipos novelescos, para una vida emocionalmente más sana y enriquecedora.