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miércoles, 22 de junio de 2011

“Mentira y comunicación” Introducción (Juan Luis Pintos)

Mentira y comunicación social”  
(Juan Luis Pintos)

Introducción
Ha sido tan amplio, cultural y cronológicamente, el tratamiento del tema “Mentira” que sería imposible pretender conectarse con esa larga y pluridisciplinar tradición (lógica, pragmática, teoría de la decisión racional, teología, moral, ética, etc.)
Sin embargo, se plantea hoy como un tema fronterizo al menos de dos disciplinas no siempre bien avenidas: la psicología y la sociología. 
Los temas fronterizos generan problemas específicos cuyo planteamiento, tratamiento y solución impone siempre una práctica comunicativa, una discusión y una permanente observación sobre las variaciones que introducen el paso del tiempo y el cambio de las costumbres.

También aparece la mentira ligada a la paradoja, pues las pretensiones de determinados grupos sociales de establecer la posibilidad de definir la realidad de modo aleatorio con respecto a la “verdad” (el caso de ficción de la novela de Orwell 1984, se ha comprobado como “realmente” existente antes y después de la fecha de escritura: “la realidad imita al arte…”); las víctimas son los asesinos, los inocentes son los culpables, lo natural es el artificio, la sumisión es la libertad…

Si acudimos a un metabuscador que nos proporcione los temas más frecuentemente vinculados al campo semántico del mentir en Internet nos encontramos con que una quinta parte de los sitios seleccionados tiene que ver con aspectos psicológicos de la mentira. 
Si le añadimos los aspectos más vinculados a lo pedagógico alcanzaremos casi una tercera parte de los casos. 
Otra quinta parte estaría marcada por la dispersión de referencias, que se incrementaría hasta otra tercera parte si le agregamos aspectos concretos que aparecen una sola vez.
 Para el tercio restante nos quedaríamos con un 20% vinculado al arte y el espectáculo y un 10% vinculado al ejercicio de la política. 
 Esta construcción de relevancias deja en la opacidad los aspectos que podíamos suponer, desde una perspectiva tradicional, más vinculados a la mentira, como serían los filosóficos (o lógicos) y éticos (o morales). 
En síntesis una observación de lo que aparece como realidad construida de la mentira en la principal fuente de información y conocimiento en nuestras sociedades nos obligaría a pensar en la mentira como patología individual más que como elemento de la comunicación social.

Sin embargo hemos titulado estas páginas “Mentira y comunicación” y hemos reforzado el sentido denominando a la mentira como “paradoja social”.
 El reto de observar la mentira más allá del hablante, o expresado de otra manera, la preocupación por tratar de definir el valor comunicativo de la mentira en unas sociedades en las que la verdad ha sido desabsolutizada y retirada de los centros y los vértices de los procesos comunicativos globales, nos va a conducir a una cuestión más de fondo que tiene que ver con las definiciones de lo que podamos considerar como realidad y la construcción de las creencias correspondientes.